miércoles, 22 de enero de 2014

Cuernos cambados, suelo mojado




Como en cualquier lugar del mundo, el campesino en las islas vivía mirando al cielo, pretendiendo descifrar que tiempo haría y saber a qué atenerse en sus cultivos. La contemplación de los animales le ayudaba mucho a descifrar por su comportamiento lo que podría acontecer, observando las hormigas, las abejas, las ovejas, etc.


Era una inquietud natural pues anticipándose a las condiciones meteorológicas que harían al día siguiente conocería si podría arar, sembrar, plantar, o recoger las papas. Si llovía sabía que ese día no podría sacar las papas, ni ese día, ni los siguientes, y no por la incomodidad de mojarse, más bien porque si sacaba las papas en los días de lluvia, con cada una de las papas se vendría mucho barro, lo que exigiría un trabajo añadido. Esperar a que se secaran para días después tener que quitar a la papa esos terrones fuertemente pegados con sus dedos "gordos", con los pulgares, pues era mucha la presión que tendría que hacer, más difícil y duro que desgranar el millo de la piña.


Era normal que antes de irse a dormir observara la luna, pues de la observación continuada por unos y otros se llegó a la convicción de que podía predecirse el tiempo que haría al día siguiente. Ya más tarde, además de mirar la Luna, escuchaba el "parte" en la radio nacional, esperando que al final del mismo hablaran del tiempo, pero de estas islas poco se decía, y siempre cifraba su esperanza de predicción en la Luna. El nombre de ese informativo radiofónico fue la secuela de los "partes de la guerra civil" que los militares obligaban a difundir.


Volviendo a lo nuestro. Surgieron así muchos decires o refranes meteorológicos, unos referidos al cerco de la Luna, esa aureola velada  alrededor de la luna llena que era contemplada por el efecto óptico producido dadas las condiciones de humedad y temperatura ambientales, que se interpretaba como riesgo inequívoco de lluvia. Así llegó a las islas ese refrán castellano que reza "Luna con cerco, lluvia y viento", o sus otras versiones de "Cerco de luna, a los tres días lluvia" y "Cerco de luna, agua segura", siendo el primero de ellos el que más fervientes seguidores tuvo por la predicción de agua y viento que en las islas siempre asusta.


Pero quizás los más tradicionales en las islas eran los referidos a los "cuernos de la Luna", probablemente por las especiales condiciones climáticas de las islas. De noche miraban hacia las marcas ya conocidas y observaban las sombras en la Luna que denominaban "cuernos" por su fisonomía, y si éstas se inclinaban hacia abajo exclamaban el decir  “Cuernos cambados, suelo mojado” expresión que se asociaba a la llegada de lluvias. Si los "cuernos" contrariamente apuntaban hacia arriba, el decir era “Luna derecha, agua no echa”, que se asociaba a que no se esperaban lluvias.


Otros más entendidos en las paremias (refrán, proverbio, adagio, sentencia) o decires como aquí llamamos, hablan de "la cuna de la Luna"  observación que tiene lugar en el cuarto creciente, como formando un arco cuyos extremos o "cuernos de la Luna" apuntan hacia la izquierda del observador.


De esta forma, en las marcas por ellos conocidas la Luna se ve en una posición casi tumbada con los "cuernos" apuntando hacia arriba como "haciendo cuna", o como aquí se decía como una "gabeta" o "gaveta", canarismo del que Pancho Guerra recogía «Recipiente en que se ordeña o come la leche con gofio». Algo más nos cuenta la ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA , que en su segunda acepción recoge su uso para Gran Canaria y El Hierro con el significado de «Especie de hondilla, generalmente hecha de madera, que utilizaban los pastores para ordeñar, amasar el gofio, beber agua o poner la comida en la mesa».


La tradición popular cuenta que cuando la cuna o gabeta está hacia arriba, con su concavidad retiene el agua de lluvia, y cuando la cuna o gabeta se inclinan hacia abajo, vierten el agua, y de ahí el pronóstico de lluvias para los días siguientes. Siempre hay que creer que primero fue la observación continuada por el hombre del campo para determinar la predicción, y después, fue creada la bonita fantasía visual para que la regla tuviera una fácil comprensión, si bien la luna que ilustra esta entrada no es la del cuarto creciente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario