(Fedac) |
Decir
que todavía pervive en el lenguaje coloquial que hace referencia al hecho de
que cuando coinciden para conversar cuatro mujeres, con el paso de los primeros
momentos se inician muchas conversaciones cruzadas que obliga entre ellas mismas
a ir elevando la voz progresivamente para poderse oír.
No
ha de entenderse este decir en el sentido “machista”,
de expresar con malicia tal hecho. Incluso fue una mujer quien a mí me lo
trasmitió cuando observaba casualmente una de esas conversaciones cruzadas.
Guarda
más relación con la facilidad con que el género femenino humano tiene más
facilidad de comunicación oral, sin las excesivas reservas que el género
masculino tiene para trabar una conversación hasta tanto no rompe la barrera psicológica de esas precauciones que se impone para conversar con otro u otros
varones. Como si pretendiera mantener impoluto su espacio íntimo.
Tampoco
debe confundirse este decir con aquella vieja expresión recogida en el léxico de
los hermanos Millares Cuba “AGARRARSE DE
PICO”, aportando un significado bastante distinto «Dícese que “se agarran de pico” dos mujeres ordinarias, malcriadas,
que se enzarzan en una discusión en la que abundan las palabras soeces, mal sonantes
y mal olientes».
En
nuestro decir, no le distingue y caracteriza el tema de la conversación porque
pueda tener la intención de criticar. Su particularidad es que se producen conversaciones
cruzadas, y de ahí que se mencione el mínimo de “cuatro” mujeres, para que las
conversaciones cruzadas sean al menos dos. El recurso a las gallinas y el
millo, lo es por el acostumbrado y múltiple “cacarear”
de las gallinas unida a la facilidad que tienen para desgranar el millo de la
piña, sin dejar de “cacarear”.
Pancho
Guerra nos recuerda un viejo instrumento cuando rescata otro viejo decir con
similar significado: “Darle a la taramela”
del que nos incluye su significado coloquial «conversar sin tasa, a tren y gusto de mujeres». Para entender
tenemos que referirnos al significado de “TARAMELA” que el mismo nos aporta: «Pedazo de madera giratorio que se disponía
tras las puertas y ventanas para cerrarlas. Es equivalente al castellano "tarabilla":
zoquetillo de madera giratorio, que sirve para cerrar las puertas o
ventanas". En sentido figurado es "lengua". Así, darle a la
taramela es hablar sin economía. Es como una "taramela" la
"persona que habla mucho y precipitadamente". A esto también en
castellano se le llama "tarabilla"»
También
nos cuenta Pancho Guerra de cómo espantar a las gallinas cuando su continuo “cacarear” nos incomoda demasiado: «“AJULEAR
(A juliar).- Espantar, ahuyentar con voces y alharacas los animales,
especialmente las gallinas. ¡JUSIA! Voz con que se ajulean o espantan las
gallinas. iJusia allá!».
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