Nos
encontramos con un decir tan nuestro
que pronunciado fuera de las islas nadie entendería de su significado, y más
aún cuando el canarismo "estelero" es exclusivo de
los grancanarios.
Si
bien la voz "destuerzo" puede deducirse que es un arcaico derivado para
denominar la acción del verbo "destorcer", el significado que para el mismo aporta el DRAE, «Deshacer lo retorcido aflojando las vueltas
o dándolas hacia la parte contraria», no termina por definir aquel que
tiene en las islas, que tampoco es recogido por el Diccionario de Canarismos de
la ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA.
Esta expresión, que en ocasiones se oye también como "estuerzo",
es recogida por Pancho Guerra en su léxico, quien nos incluye algunas frases: «DESTUERZO
(Destuerso).- Quiebro o quite que por reflejo defensivo hace el cuerpo ante
la inminencia de una caída, lo mismo en accidente que en el ejercicio de un
deporte, especialmente el de la lucha canaria, o ante la acometida de un
animal. Dislocación de huesos o de articulaciones, en particular los de los
pies, originada por un golpe, un mal paso o una caída.
“El beserro me tiró un cabe tan
malamañado que si no espabilo y me estuerso,
me mete los tarros hasta el pescueso". “El Pollo de Tacoronte calsó por El
Palmero, y cuando éste ya paresía sin escapatoria, hiso un estuerso y se escarranchó otra ves en el terrero”. Destuerso es sinónimo de “esguince” en
ambas acepciones y de “regate” en la primera. Como cosa curiosa diremos que el
isleño solía curarse los destuerzos o estuersos de sus huesos o de sus
articulaciones con emplastos de "sebo-casnero" y el calor de bayetas
coloradas».
Hay
que señalar que en las islas para los desajustes o lesiones del cuerpo humano
se usan dos términos muy distintos, y así cuando es una lesión de huesos o
músculos hablamos de un "destuerzo" o "estuerzo",
y cuando hablamos del "pomo" se dice que lo
tiene "desconchabado" o "esconchabado"
como ya hemos visto en nuestra entrada Se
le descompuso el pomo a este blog.
Ambos
términos se han compuesto al añadir el prefijo "des-" que según el
DRAE «Denota negación o inversión del
significado del simple», construyéndose el primero "des-torcer"
y el segundo "des-conchabar" como tantas otros tantos canarismos.
En cuanto al resultado final del primero ya hemos visto antes el significado
que aporta el DRAE, y del segundo nos dice de la acepción al uso en la América
de habla hispana: «desconchabar. 1. descomponer (separar las partes de un compuesto)»
que tampoco aclara mucho el sentido que en las islas le damos.
El
diccionario de canarismos de nuestra ACADEMIA CANARIA recoge tres acepciones
que introducen dos variantes más modernas, y en la tercera mantiene la más tradicional:
«Desconchabarse.1. prnl. Lz, Fv, GC y Hi. Desconcharse, averiarse. 'No fue a trabajar
porque tiene el coche desconchabado'. 2.
prnl. Lz, Fv, GC y Hi. Descoyuntarse un
miembro del cuerpo. 'Dio un mal paso y se desconchabó el pie'. 3. prnl.
Desarreglarse o descomponerse un órgano del cuerpo. 'Cuando lo vi caer de aquel
modo, se me desconchabó la barriga'».
En
cuanto al término "estelero"
muy al uso en Gran Canaria, el diccionario de canarismos nos clarifica correctamente
el oficio del que se trata «estelero. Curandero que se dedica a
arreglar dislocamientos de huesos y articulaciones. 'Se torció el tobillo y lo
llevamos al estelero'».
Del origen de este término que no recogen en su léxico los hermanos Millares
Cubas, ni tampoco Pancho Guerra poco se sabe. En un curioso vocabulario publicado
en Madrid en 1857 y escrito por Luis Marty Caballero, bajo el largo título de "Vocabulario de todas las Voces que faltan
a los Diccionarios de la Lengua Castellana" nos la incluye con el siguiente
significado «ESTELERO, s.m. Órgano principal de la sensibilidad, centro al cual refluyen
todas las sensaciones», que nada tiene que ver con quien arregla los destuerzos.
Si
parece nos puede aproximar a su origen el profesor Joan Coromines, quien en su Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana
recoge el término ‘estela’ en su acepción de «monumento
conmemorativo», generalmente
de piedra, que se levanta sobre el suelo y que está adornado con inscripciones
o con bajorrelieves, cuando dice
que es tomada «del griego stẽlẽ id., derivado de histẽmi ‘yo coloco’», que de alguna forma nos aproxima a un posible
origen etimológico de la palabra "estelero",
de “colocador”.
De cómo pudo llegar al léxico canario es un auténtico enigma, si bien debemos
considerar que muchos términos relacionados con la medicina tienen su origen
etimológico en el griego.
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