Se
trata de un decir en la línea constructiva
del refrán castellano "Más vale pan
con amor que gallina con dolor", que sentencia la preferencia de una vida
humilde, pero tranquila y llena de amor, a una vida con riquezas que no se
pueden disfrutar por ser causa de disgustos o por estar ausente el amor. En las
islas el uso del canarismo "magua"
y su comparación con el "dolor"
va más allá de la relación sentimental de la pareja, y profundiza en las
venturas y desventuras en cualquier escenario de su vida.
Así
utiliza la preferencia de la "magua" sobre cualquiera otra situación
irremediable y concluyente que le pueda hundir en el dolor, y la utiliza tanto
en el ámbito económico, laboral y social, como en el personal referido a sí
mismo o a los seres queridos. Y ¿qué es la magua?
Los hermanos Millares Cubas en el léxico de Gran Canaria
recogen en su entrada una amplia información de interés:
«MAGUA.—De origen galaico-portugués,
este precioso vocablo no significa en Gran Canaria exactamente lo mismo que en
las regiones occidentales de la Península.
Aquí
magua es desconsuelo, lástima que
nos queda de haber perdido o de no haber logrado alguna cosa. Quizá su mejor
equivalente haya de buscarse en el Quedarse maguado: sentir la pena, el desconsuelo de no haber conseguido el
objeto de nuestras aspiraciones.
—
¿Por qué no compró la finca, cristiano?
—
Por una diferencia de mil pesos. ¡Qué
magua me quedó!
Esta
es la ocasión de mentar el refrán canario, Más
vale magua que dolor.
Entre
la aflicción pasajera que produce la pérdida de lo que erróneamente
consideramos bueno y amable y la negra pesadumbre que entenebrece para siempre
la vida, no hay que vacilar. Lloremos ahora para no llorar mañana. La niña ha
despedido al novio indigno de ella. Ha tenido que tirar con fuerza de una fibra
del corazón y llora.
La
madre le dice:
—
Consuélese mi niña.
— Más vale magua que dolor».
Pancho Guerra recoge también nuestro decir con su significación en el lenguaje coloquial: «más vale magua que dolor = es mejor curar
en salud».
Alguien podría situar erróneamente el origen del canarismo en
la América prehispánica, donde se conservan algunos topónimos relacionados con
la misma palabra o derivados, llevado posiblemente por la histórica relación que con ella
mantuvieron las islas. Como bien apuntan los Millares Cubas, es otra de las
tantas herencias galaico-portugués, concretamente de la palabra "magóa", que para el gallego
tiene el significado de "lástima"
y para el portugués de "daño",
términos próximos al significado que para el canarismo nos aporta la ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA:
«magua. 1. f. Pena, lástima, desconsuelo
por la falta, pérdida o añoranza de algo, o por no haber hecho una cosa que
hubiera redundado en beneficio propio. En algunas islas se usa más en plural.
'Le quedó magua de no haber ido a la fiesta, pero no pudo porque tenía a los
niños agripados'.
El mismo diccionario de canarismos nos incluye el adjetivo
derivado de la anterior: « maguado, da. 1. adj. Occ. Que siente magua. 'Al hombre le hacía mucha
ilusión ir a pescar en barco, y se quedó maguado cuando le dijeron que no
podían salir'».
Los significados dados hasta aquí, corresponden a la acepción
que a la "magua" da el canario estante en las islas, pero hay
otra acepción muy distinta y de mucha mayor amplitud sentimental para el canario
no estante en las islas, para uno de esos tantos canarios que emigraron a lo
largo de la historia para obtener el sustento de la familia.
Nos lo recuerda
Pancho Guerra en sus Memorias de Pepe Monagas cuando relata «El desafío acabó con un sancocho de los más
sonados con que el isleño ausente le
haya puesto alivios a la magüa de su tierra chiquita y lejana».
La "magua" es para el
emigrante canario de igual significado coloquial que esa otra palabra, también
de origen gallego portugués, recogida por el DRAE: «morriña. (de morrinha). 1. f. Tristeza o melancolía, especialmente la
nostalgia de la tierra natal».
Es
oportuno traer a colación esa ponencia que trata del sentimiento de los poetas canarios
emigrados que desde su inicio afirma «Pareciera
ser –prevalece esa aseveración entre las distintas opiniones de los estudiosos
de la creación poética de los autores canarios emigrados a la isla de Cuba– que
la nostalgia o “la magua” es el tema
central y capital en torno al cual gira la motivación de sus composiciones
poéticas» (CABRERA, J.: "Modelos recurrentes en la obra de los poetas
canarios emigrados a Cuba", XVI Coloquio
de Historia Canario-Americana, 2004).
Después
de un amplio y detallado estudio de la temática poética, termina su autor por
concluir: «De todo lo anteriormente
expuesto se desprende que, aun entendiendo que, efectivamente, la nostalgia de
las islas dejadas atrás, la magua por la
tierra de nacimiento que se abandona, la incertidumbre por no saber qué se
puede encontrar al arribar en tierra extraña y distinta, la desazón o el miedo,
incluso, que esa situación nueva debe provocar, no sólo en los poetas,
escritores y artistas sino en el emigrante en general, puede concluirse, sin
temor a errar, que fue en la mayor de las medidas, la salutación y la alabanza,
el ensimismamiento y la mímesis en/por la tierra de acogida, lo que ponderó en
los poetas canarios emigrados a tierras cubanas.
Ese nuevo estado, ese nuevo
descubrimiento, esa cercanía definitiva que aquellas tierras, aquel paisaje, su
memoria produjo en la mayoría de los poetas que, salidos de Canarias y a la
aventura, decidieron buscar fortuna y acogida en la mayor tierra de promisión
que la emigración canaria, en general, ha conocido a lo largo de toda su
historia, eso es lo que prevalece».
Canarias me está llamando
con grandes y terribles
voces
yo le digo a Canarias, que
Cuba
ya me conoce.
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