sábado, 7 de diciembre de 2013

Se le descompuso el pomo




Se trata de un decir muy antiguo que hace referencia al trastorno muy común de síntomas en el estómago, sintiéndose ardor en la boca del estómago que provoca  dificultades para hacer la digestión, traduciéndose en notable pesadez después de comer. Son síntomas que en la actualidad los profesionales de la medicina asocian también con la aparición del síndrome de intestino irritable y la anorexia.


Tradicionalmente se argumentaban sus orígenes en la angustia, inseguridad, miedo, rabia o estrés motivados por emociones negativas, que además de atacar al sistema nervioso afectan al estómago. Cuando ello acontecía, el dictamen popular manifestaba este decir "Se le descompuso el pomo", conociéndose de otras versiones como "Tiene el pomo esconchabao", y aquel otro cuando el sujeto era una mujer de "Se le descompuso la madre", de donde surge a posteriori "Le arreglaron el pomo" o "Le arreglaron la madre"·


Todo ello guarda relación con la llamada medicina popular practicada por curanderos o yerberos, que basaban la curación del pomo o la madre en diestras friegas o sobaos que con sus manos realizaban sobre el estómago del aquejado paciente, con la pretensión de "colocarlo", y tratando de suavizar la característica rigidez estomacal recomendando la toma de infusiones de hierbas como manzanilla, tila, pasote, corazoncillo (hierba de sanjuan), pasiflora, melisa, azahar, albahaca, orégano, valeriana  y otras.


En la antigüedad las altísimas dosis de fanatismo de la Inquisición sustentaba que todo fuera calificado de "brujeril", y perseguía como tales a los curanderos y yerberos que poseían grandes conocimientos de plantas narcóticas o venenosas, así como las antes mencionadas con buenas propiedades como tranquilizantes, relajantes, calmantes, antiespasmódicas, etc., que mejoraban el estado del paciente al reducir la adrenalina.


Por encuestas realizadas se conoce que tres de cada cuatro personas en Canarias conocen a un curandero y que recurren a ellos dos de cada diez de la población veinteañera, acreditándose así el arraigo de la medicina popular en la sociedad canaria desde los estratos más bajos. Refuerza esta proximidad a la medicina popular la circunstancia de las islas no capitalinas donde es frecuente que las hierbas medicinales sean objeto de "regalo", siendo por tanto muy baja su comercialización.


En cuanto al significado de las palabras que componen el decir, Agustín Millares Cubas nos cuenta del pomo: «Para nosotros el pomo no es un frasco de esencias, ni una parte de la guarnición de la espada: es una vaga región del organismo, cuyo asiento debe hallarse en la boca del estómago, pues allí se aplican las friegas dedicadas al pomo. "Tener el pomo descompuesto" es un estado morboso cuya misma indeterminación y vaguedad lleva consigo un hálito de terror. Para componerlo se llama al médico, pero no al de diploma, sino al yerbero, uno de los tantos mercaderes de ilusión cuya clientela probablemente será eterna».


También nos da cuenta este autor del comentario recogido en relación con las friegas: "El enfermo mejoró desde que se le dieron algunas estreguinas en el pomo", no incluyendo el término "madre" de donde su uso parece posterior al siglo XIX conforme avanzaron los conocimientos, dado que tampoco lo recoge Pancho Guerra.


De lo recogido por este último autor, del pomo comenta que es un «Organo o función que se desarrolla por el vientre y que de él depende la salud o malandanza del interesado. "Se le descompuso el pomo": está muy malo de algo indefinido, pero que no le deja medrar. No lo registra el Diccionario».


Igualmente recoge los sobones de los cuales dice que es un «Procedimiento terapéutico empleado, por ejemplo, cuando se tiene el pomo esconchabao (V) o el vientre dolorido, etc. De "sobar"». Y de los yerberos nos dice que son «Curanderos en especial los entendidos en enfermedades de los animales y que curan a base de yerbas. También los que saben arreglar el pomo con sobones y bajeos».


La Academia Canaria de la Lengua recoge en su diccionario de canarismos los siguientes términos:

Una única acepción de «Pomo. m. En la creencia popular, órgano o zona del estómago del hombre que se descompone a consecuencia de un susto o un fuerte disgusto. Fue al curandero porque tenía el pomo descompuesto».

Y una quinta acepción de «Madre f. En la creencia popular, órgano o zona del estómago de la mujer que se descompone a consecuencia de un susto, disgusto u otras causas similares».

En cuanto al origen de las palabras utilizadas en el decir,  entiendo que pomo puede guardar relación con la "bola" que se forma en el estómago que se padece esta dolencia, de donde proviene etimológicamente el «Pomo.- Agarrador o tirador de una puerta, cajón, etc., de forma más o menos esférica» y la «Poma.- Especie de bola elaborada con varios ingredientes, por lo común odoríferos» significados que nos aporta el DRAE.


Con respecto a la utilización en el decir del verbo descomponer, es sabido que el léxico canario adoptó americanismos de los recursos naturales etno-medicinales muy populares en la sociedad isleña como son pasote, amor seco, alamillo, etc., y sabemos del propio DRAE recoge que la voz Curandero «1. m. y f. Persona que, sin ser médico, ejerce prácticas curativas empíricas o rituales» y «2. m. y f. Persona que ejerce la medicina sin título oficial».


También recoge la voz Componedor/ra, que procede de "componer" de la que nos aporta una primera acepción muy común que dice «1. m. y f. Persona que compone», y una segunda usada en Argentina, Colombia y México «2. m. y f. Persona hábil en tratar dislocaciones de huesos», de donde podríamos aventurar que si bien viajaron hasta las islas la voces de las hierbas americanas, y el verbo que describe el padecimiento "descompuso", que con el prefijo "Des_" denota negación o inversión del significado de compuso. No arraigó el nombre de quien practica tal acción, "componedor", al prevalecer el castellano "curandero" que se aplica generalmente a todos los habilidosos practicantes de la medicina popular en Canarias.

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