Este
decir o expresión al uso en las islas,
guardó mucha relación con el parlamentarismo y los ambientes políticos, si bien
cuando se perdieron en España los derechos democráticos se usó con otros fines,
cuestiones que resultan de notable interés, y vale la pena que nos excedamos algo
en el texto explicativo.
Antes
de profundizar en sus orígenes y uso, veamos lo que define la ACADEMIA CANARIA
DE LA LENGUA de la expresión "ser
alguien un gallo tapado" de la que recoge textualmente: «Ser
alguien una persona cuyas habilidades en algún terreno permanecían ocultas
hasta un determinado momento. 'Hay que tener cuidado con él porque, jugando al
julepe, es un gallo tapado'».
Entendemos
que su origen guarda relación con las Riñas de Gallos que tanta afición tuvo en
las islas, al igual que en los países americanos de habla hispana, y más
concretamente en Centroamérica donde tuvieron una mayor relevancia que pudo ser
el origen de su llegada a las islas, si bien su historia es más remota «Los especialistas afirman que el gallo de
combate procede del Continente asiático. Sostienen unos que de la región
indo-malaya, de donde procederían las variedades Bankora o Bankivm y los
Sonneratti. Para otros fue en la Edad Media donde se iniciaron las riñas. (...)
Desde los Países Bajos los gallos debieron alcanzar Inglaterra. Del arraigo en
las Islas Británicas nació la denominación de gallos ingleses, que es como
también se conocen los de riña en España y América.» (BETHENCOURT MASSIEU,
A.: "Las peleas de gallos en Tenerife en el Setecientos", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 28,
1982).
Después
de estas referencias en cuanto a la procedencia de las Riñas de Gallos, nos
centramos en la preparación que los gallos tenían para competir, pues además de
su "castío" (casta, raza, cruces, ascendientes y color), eran
preparados físicamente para la riña, tanto en su alimentación, como en los
ejercicios destinados a fortalecer sus músculo, como lo son el llamado "trapecio" (cilindro giratorio
que le obliga a andar) y las "voladas"
por sueltas.
Al caso que nos ocupa, la preparación más importante es la referida a su carácter que
afecta a su bravura en la riña, y además que el gallo tenga su pollona, pues
agudiza su instinto por el territorio, los preparadores fortalecen a ciegas su capacidad
de la percepción de sus enemigos y depredadores, a cuyo efecto se les tapa la
visión de sus contrarios.
«Recuerde durante el entrenamiento
mantener la agresividad natural en sus gallos. Esta agresividad la puede
mantener al no dejar que sus gallos se
vean frecuentemente durante el entrenamiento. Mientras menos se vean mayor será
la agresividad que mantendrán. Recuerden que cuando los gallos se
acostumbran a verse diariamente pierden bastante la gran agresividad natural
por la que son caracterizados al tiempo de pelear. Cuando los gallos pierden la
agresividad natural y el instinto de matar inmediatamente al contrario, cuando
llega el día de la verdad que es el combate, su gallo solamente peleara por
mantener a su contrincante alejado de él» (HEREDIA, P.: La ciencia y el arte de la cría de gallos de
pelea, 2007, e.d.)
De
estos hábitos entre los galleros de mantener a su ejemplar oculto para sus
competidores, debe surgir la expresión "gallo tapado". También
debemos traer a colación que la mencionada ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA
incluye el siguiente canarismo: «partido. 1. m. Conjunto de casteadores
que se asocian para preparar y apoyar un mismo gallo de pelea», de donde
tenemos la asociación de ideas de "gallo tapado de un partido",
que en sentido figurado se trasladó a los anónimos y desconocidos candidatos que un
partido político presentaba a las elecciones.
La
más vieja referencia bibliográfica la encontramos en Costa Rica de
Centroamérica, siempre considerada una de las democracias más consolidadas, y
la única de América Latina incluida dentro de los regímenes democráticos más
antiguos del mundo. De la narración de un gran historiador costarricense, cuando
a finales del siglo XIX presidía el gobierno democrático de Costa Rica Rafael
Yglesias Castro, con una administración dinámica y progresista, y después de
dos mandatos le sucede Ascensión Esquivel Ibarra en 1902, cuyo gobierno fue
austero y con una severa economía.
«Finalmente, dice que se trata de
Ascensión Esquivel Ibarra. Todos los presentes se sorprenden cuando escuchan el
nombre del "gallo tapado"
de don Rafael. Si se trata de don Ascensión, su enemigo político del 89...
Ciertamente, un hombre alejado desde
entonces de la política, honorable, una cabeza bien puesta, y un jurista de
renombre.» (OCONITRILLO GARCÍA, E:
"Cien años de política costarricense: 1902-2002", 2004).
Hemos
subrayado las destacadas facultades del "gallo tapado" para
entender su significado de entonces. Ya en las islas, nos encontramos varias sueltos
periodísticos alusivos para los mismos ambientes políticos en tiempos del recuperado
parlamentarismo español de la época.
«Es natural -continúa "La
Época"- que los republicanos admiren los espolones de este 'chantecler'
traducido, pues tienen absoluta seguridad de que no se emplearán en su daño. Al
fin, es un gallo que ellos tuvieron
tapado mucho tiempo.» (La
Región Canaria, 2-feb-1910).
«Congreso. El diputado Sr. Romeo
aludiendo al debate que se promovió en la sección de ayer, dice que vino a ser
como la explosión de un polvorín, pero que con el quedó al descubierto el gallo que había tapado.» (Gaceta de Tenerife, 23-ene-1915).
«En un pequeño grupo se dicen palabras
en voz baja; nos acercamos y a nuestra pregunta de si se teme la presentación
de algún gallo tapado, nos contestan que no.» (El Progreso, 12-abr-1915).
Con
la desaparición del parlamentarismo español tras la llegada de la dictadura
franquista, ya la expresión abandona las referencias a los inexistentes correligionarios de los partidos
políticos y se desplaza a los ambientes deportivos, según vemos en los
siguientes sueltos.
«Con las alineaciones de los
destacados elementos athléticos Juan Díaz, Valido y algún otro "gallo tapado", el equipo
"blanqui-rojo" va dispuesto a ser en esta ocasión el enemigo qué se
necesita oponer al "Victoria" para hacerle interrumpir la serie de
buenos resultados que desde hace algún tiempo a esta parte vienen sucediéndose
a su favor.» (Falange, 16-jun-1939).
«También viene para este festival, un
destacado bracista, es decir, sin destacar, lo que nosotros llamamos «gallo tapado». Parece ser que éste
elemento ha causado, días pasados, una gran sorpresa en Tenerife al enfrentarse
con Doblado, entablando un emocionante codo a codo. Posiblemente será Ramón
Cabrera o Antonio Afonso, que también nos visitaron en el primer encuentro. De
todas maneras, en cuanto a categoría se refiere, no se queda muy atrás nuestro
bracista.» (Falange,
16-abr-1946).
Ya
en esos tiempos, la expresión se generaliza en el hablar coloquial, y nuestro recurrido
Pancho Guerra lo vuelve a ubicar en Las Memorias
de Pepe Monagas en los ambientes de los galleros.
«De enfrente le iban a soltar un giro
negro, casteado, por don Simón Déniz e hijo de "la Canela", una gran
gallina chicharrera de Pepito el Canario y de un giro cucaracho de don Tomás
Pérez. de La Palma. Era enemigo de cuatro peleas, que añadía a su gran castío
el haber sido traqueado por Pancho el Zurdo, cuidador d'e la otra acera, con
celo y mañas casi tan buenos como los que en su cuido empleaba Castrito. Bicho
quebrado. de mucho juego, afrontador y centrado en la batida, tenía para nosotros,
los que andábamos por la zorrita conchavados en aquella fullera, dos ventajas:
aseguraría, en plan de pan comido, la derrota del canabuey, culbriéndola de
buenas apariencias -no lo tumbaría un
gallo tapado, ni mucho menos un mestizay- y justificaría las apuestas
varias y fuertes en su favor, sin que el avisado y receloso personal de la
gallera cayera en sospechas de que estábamos haciéndole aquella cama tan feita,
pero tan emocionante».
Y en
la misma obra, ya la expresión es usada para el género femenino por el autor,
cuando narra del indiano que le puso el ojo y quiso casarse con la 'mocita del capricho
de don Jacinto María Navarro y del Toro', el "Gavilán", y aparecen
los derechos de una pretendida pernada del Gavilán antes de la boda:
«Y ya en vistas de ella, dos cosas
torcieron la fortuna del desalmado lance; la pollita de la mudanza era un gallo tapado. Ni ella misma
debió sospecharse el aliento de mujer
brava que dormía bajo su alfeñicado aire de flor contrahecha. Con los puños,
duros de fregar sus ropas y trabajar su pan y labrar su tierra, le machacó los
riñones, sin tregua en la tamborilada; y con sus rodillas, dotadas de los
buenos callos que procura el lavadero, le marreó el estómago cuanto le permitieron
los poderes de oso de su ladrón».
En la actualidad, tras
la recuperación de la democracia, la expresión de "gallo tapado", además de seguir en el hablar coloquial,
se escucha de nuevo en los ambientes políticos, pero ya no para dejar constancia
de las buenas facultades del político aludido, sino para señalar negativamente una
larga ristra de improperios como de tramposo, embustero, mentiroso, fullero,
estafador o sablista que está detrás de otros manejando los hilos políticos.
En Venezuela, la oposición sacó su gallo tapado
ResponderEliminarExcelente recopilación, saludos.
ResponderEliminar