Tiene
el sentido de valorar la importancia de las cosas pequeñas, que todas
juntas hacen un mucho de significativa importancia. Probablemente sea
una adaptación del hombre de nuestro campo al castellano "Grano a grano
se hace granero". Esta obligada adaptación
pudo devenir de la continuada escasez de grano cerealero en las islas
durante los siglos XVI y XVII consecuencia del "aislamiento" al que
estuvieron sometidas por los corsos de las Coronas europeas (inglesa,
francesa, holandesa, ...), en permanentes guerras por el dominio de los
mares y sus colonias con la Corona española.
El desabastecimiento de granos, que siendo escaso fue objeto de mucha especulación y preferentemente vendido a las milicias del regimiento, motivó muchos motines populares convocados al toque de "caracolas" por su supervivencia.
En Gran Canaria se vieron agudizados por el envío del escaso grano a Tenerife siguiendo las órdenes de los corregidores, teniéndose noticias de revueltas en las últimas décadas del siglo XVIII y en la primera del XIX en Arucas, Gáldar, Guía, Telde y en la propia ciudad de Las Palmas, donde se fijaron panfletos en las paredes de los lugares públicos, alusivos a las abusos de los "poderosos".
El desabastecimiento de granos, que siendo escaso fue objeto de mucha especulación y preferentemente vendido a las milicias del regimiento, motivó muchos motines populares convocados al toque de "caracolas" por su supervivencia.
En Gran Canaria se vieron agudizados por el envío del escaso grano a Tenerife siguiendo las órdenes de los corregidores, teniéndose noticias de revueltas en las últimas décadas del siglo XVIII y en la primera del XIX en Arucas, Gáldar, Guía, Telde y en la propia ciudad de Las Palmas, donde se fijaron panfletos en las paredes de los lugares públicos, alusivos a las abusos de los "poderosos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario