Queda muy patente que se refiere a la injusticia social, donde los perdedores son siempre los mismos.
La intencionalidad de la frase deja clara constancia que la normalidad es que los menos pudientes, de acuerdo con sus medios económicos, llevarán consigo monedas de cobre de unidades de céntimos, y en el mejor de los casos algunas de decenas de céntimos, que aunque doradas y estar hechas con lo que se conoce como “oro nórdico”, es una aleación con un 88% de cobre y el resto de aluminio, zinc y estaño.
Si ascendemos un nivel en la clase social, probablemente en sus bolsillos llevarán en mayor medida las monedas de uno o dos euros que se componen de niquel y latón, y algún que otro billete de pequeño valor.
Es un proceso natural marcado por las posibilidades económicas de cada clase, y es de dominio público que el llamado popularmente "bin laden", el casi nunca visto billete de 500 euros, es "atesorado" por la clase más pudiente, y por aquellos que saben de la corrupción.
Se puede concluir así que las monedas y billetes que frecuentemente cada persona lleva consigo, son un signo muy claro de su condición económica, y por tanto se presupone sin equivocarnos que las monedas de cobre, a lo largo de toda la historia, han correspondido a la clase social más necesitada, cuando pueden tenerlas.
La intencionalidad de la frase deja clara constancia que la normalidad es que los menos pudientes, de acuerdo con sus medios económicos, llevarán consigo monedas de cobre de unidades de céntimos, y en el mejor de los casos algunas de decenas de céntimos, que aunque doradas y estar hechas con lo que se conoce como “oro nórdico”, es una aleación con un 88% de cobre y el resto de aluminio, zinc y estaño.
Si ascendemos un nivel en la clase social, probablemente en sus bolsillos llevarán en mayor medida las monedas de uno o dos euros que se componen de niquel y latón, y algún que otro billete de pequeño valor.
Es un proceso natural marcado por las posibilidades económicas de cada clase, y es de dominio público que el llamado popularmente "bin laden", el casi nunca visto billete de 500 euros, es "atesorado" por la clase más pudiente, y por aquellos que saben de la corrupción.
Se puede concluir así que las monedas y billetes que frecuentemente cada persona lleva consigo, son un signo muy claro de su condición económica, y por tanto se presupone sin equivocarnos que las monedas de cobre, a lo largo de toda la historia, han correspondido a la clase social más necesitada, cuando pueden tenerlas.
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