No es lo mismo preguntar ¿lo entendiste?, que decir ¿me expliqué?. Pueden darse varias
situaciones en la falta de comprensión de las conversaciones, si bien hay dos
más habituales y normales.
La primera situación
que puede darse es que la información que da el hablante sea correcta y
suficiente, y pudiera ocurrir que el oyente no la entienda correcta o
suficientemente porque su conocimiento no llega a tanto.
La segunda
situación sería que el hablante no tenga conocimiento de lo que cuenta, y así el
oyente, aunque tenga conocimiento suficiente, difícilmente la pueda entender.
Pero hay otra
situación, cuando se tropezaba cualquier paciente paisano (del país) con el típico "sabelotodo"
(que presume de sabio sin serlo), que se pone a "parlotiar" (parlotear
= hablar mucho y sin sustancia, por diversión o pasatiempo), larga una retahíla
de cosas que ni el mismo entiende, y ya seco el "gaznate" (garguero
= parte superior de la tráquea) termina de echarse la "parrafeada" (parrafada, conversación) con el clásico y
recurrente de nuestro léxico: "¿te enteras?".
El oyente paisano,
que no escuchaba pues no se enteraba de nada, a la "zorrúa" (astuto y
disimulado) se anima y dice "Pícamelo menú que es pa la cachimba". De picar pequeño el tabaco de hoja
para la pipa de fumar, manifestando así que le resuma y aclare aquello que
realmente sea sustancia de todo lo dicho. Y ello para no enviarle un merecidísimo
"zurriagazo" (golpetazo).
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