miércoles, 16 de octubre de 2013

Por asiada que seas, siempre llevas mojada la delantera





Esta sutil advertencia se la mandaban las madres a sus hijas cuando eran demasiado coquetas y miraban de frente a los jóvenes tratando de enamorarlos. Utiliza mucha picardía: primero manifiesta que es muy joven aún para estar tirándole los "tejos" ("aseada", sin conocer varón); y concluye con una clara apreciación de que su "incontinencia" sexual no es la apropiada para su edad (mojada la delantera). Es el doble sentido del rico léxico canario.


Se cuenta que este dicho surgió en el ámbito de las lavanderas de las acequias, cuando se dicen "asiadas", que están frecuentemente lavando, en consecuencia muy limpias, y que siempre terminan con su delantal mojado por agacharse en la acequia para lavar.

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