viernes, 1 de noviembre de 2013

Con la puerta abierta, la luz encendida, así se reciben las de la otra vida





La noche del día 1 al 2 de noviembre es la antesala del tradicional Día de Finados para la isla de Gran Canaria, más conocido como Día de los Difuntos en el resto del país. Coincide con esa muy antigua costumbre de llevar flores a las tumbas en los cementerios, que parece tuvo su origen cuando se quemaba incienso y se cubría al fallecido con flores para aromatizar el ambiente por el fuerte olor a descomposición de los cuerpos que aún no se habían sido enterrados.



En Gran Canaria de alguna manera se mantuvo la tradición de otro tipo de culto a los muertos, que difiere de las otras islas como en La Palma donde se acostumbraba a narrar hechos de la vida del difunto, manteniéndose aquí la antigua voz de "Finados" o "Finaos" documentado su uso en los siglos XV y XVI, en lugar de "Difuntos".



Dice Joan Coromines que etimológicamente «difunto. tomada del latín defunctus íd. participio de defungi 'cumplir con (algo), pagar una deuda', vitấ defungi 'fallecer'» al uso desde 1220-50.



En cuanto a la voz "FINADO", la Academia Canaria de la Lengua, además de mencionar el "Día de difuntos" nos da dos acepciones y referencias exclusivas para Gran Canaria: «2. Donativo que pedían los niños, de casa en casa, por vísperas de difuntos. 3. Tostado de castañas. Fue a comprar unas castañas para hacer un finado». El término que puede ser un portuguesismo según el Diccionario Histórico del Español de Canarias, es citado en Andalucía en 1482, conocido en Cuba y México, y en el dialecto canario de Luisiana. El DRAE da el significado de «Persona muerta» y que procede del participio de "finar", cuyo significado es «Fallecer, morir»



El decir que encabeza esta entrada "Con la puerta abierta, la luz encendida, así se reciben las de la otra vida" es cantado por los Ranchos de Ánimas en clara alusión al sentimiento compartido de los lugareños para con las "ánimas" de los finados", en honor a las cuales se cantaban las coplas por los rancheros que recibían una limosna. De esta costumbre ancestral de los Ranchos de Ánimas que se dieron en varias islas, subsisten para orgullo de Gran Canaria los de Arbejales y Valsequillo.



El culto a los "finados" no se limita exclusivamente a las coplas. Nace desde el mismo fallecimiento y deja su huella toponímica en distintos lugares como en los Descansaderos de los Muertos llamados "Calvarios" en los que se aguardaba la llegada del cura y también en las Cuevas de las Ánimas donde se guardaban las andas con las que se llevaban sucesivamente los muertos y cuyos lugares han perdurado en la isla con distintos topónimos.



El culto a los "finados" no debe entenderse como actos tristes o luctuosos, como buenos recuerdos se acercan al concepto del "festivo respeto", pues como reza en el decir invita a "la puerta abierta, la luz encendida"·



Es la representación que se hacía con esas lamparillas de la ilustración, artesanalmente construidas con un pequeño círculo de corcho con cera en la cara superior y en su centro un pabilo de lino, llamadas "mariposas" probablemente porque las "animas de los finados" se transformaron en crisálidas e irrumpían flotando en la vida real, como lo hacen esas pequeñas luces sobre el aceite en un plato hondo, que eran encendidas en la noche del 1º de noviembre hasta que se consumieran al día siguiente.



En su obra Crónicas de la ciudad y de la noche, Alonso Quesada nos aproxima al sentimiento que se vivía en las familias allá en el primer cuarto del siglo XX:



«Los señores de Galindo han celebrado sus finados. ¿Cómo? ¿Celebran sus muertos?. No, no. Los muertos de ellos solos, no. Han celebrado los muertos en general. Se han sentado alrededor de una mesa y con dos o tres amigos se han puesto a comer castañas guisadas y ponche. (...) Estos finados que celebran nuestros amigos más bien parecen nacidos, tal es el contento que ponen en guisar las castañas. (...) Pero si otro año, el mismo día de finados, muriera algún Galindo, ya veríamos al pariente velando el cadáver con cara compungida y masticando una castaña de las que trajo en el bolsillo un amigo a la casa ».



Lo destacado en negrita del texto de Alonso Quesada es lo que hoy en día prevalece en la celebración del Día de Finados. Las castañas asadas o guisadas y el ponche sustituido por ron miel para los hombres y anís para las mujeres, a los que se han unido las almendras y nueces, todo ello aderezado con guitarras y timples en la saludable alegría de recordar los buenos ratos que en vida  compartimos con nuestros finados. Ojalá no se impongan las costumbres que los anglosajones copiaron de los celtas.

4 comentarios:

  1. Humberto las costumbres celtas ya se han metido en nuestra cultura, es lo que le interesa al Corte Ingles y otros. Con lo bonito que resulta recordar a nuestros finados con una bonita copla acompaña de timples y guitarras. Es a donde vamos, a la mediocridad de lo global y el problema es que tiene mal arreglo si no pasamos las tradiciones y costumbres a nuestros hijos, es decir doble complicación.

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    1. Gracias Jose María. Fue la industria cinematográfica la que descubrió el filón con tanto guión sobre los desmadres criminales que se daban en la celebración en el Halloween, el All Hallows' Eve o 'Víspera de Todos los Santos'. Siempre he creido que este y otros como el Papá Noel se comenzaron a celebrar en los "Jardines de Infacia" y lo veíamos como algo "risueño" para los más pequeños. No caimos en la cuenta que estábamos sembrando costumbres foráneas en el terreno más cultivable. Enmendarlo va a ser difícil pues el binomio de tragicomedia llevado al cine ha tenido un notable éxito, y el sector comercial lo que hace es poner a la venta aquello que tiene demanda masiva.

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  2. Teniendo en cuenta el desconocimiento del Hallowen, que data de antes de cristo, que los Finaos es una fiesta católica que se pasa del 13 de mayo al 1 de noviembre en el siglo 8 por Gregorio III, con el fin de eliminar las fiestas paganas como el Hallowen, por otra parte los ranchos de animas no tienen nada que ver con el día de los Finaos, como puedes comprobar en una entrevista al ranchero mayor de Valsequillo y ranchero de arbejales D.Antonio Díaz, que existen documentos y artículos de hemeroteca donde a finales del siglo XIX y principios del XX, las gentes se quejaban de lo que tu denominas tradiones, por que datan de esa epoca...creo que todo este tema pasa por tener mas información para poder entender el fenómeno no solo de que unas fiestas sustituyan a otras si no el sociológico, aun así te felicito por el articulo, pero es un debate muy amplio y aquí la información esta muy sesgada.

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    1. Entiendo que estaríamos perfectamente de acuerdo en relación con lo que manifiestas, es como el discurso de quien fue primero si el huevo o la gallina, donde hay un trasfondo más allá de la expresión literal. La defensa que pueda entenderse de los finados, es sencillamente porque es lo nuestro, más allá de las estrategias eclesiásticas para imponer una u otra, simplemente porque son los sentimientos que se expresaban, pues hasta los Ranchos fueron no bien vistos en algunos de estos ambientes interesados. Gracias por el comentario.

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