viernes, 29 de noviembre de 2013

De mañana a mañana, cría el carnero la lana




Volvemos a encontrarnos un decir que teniendo su origen en otro castellano, cuando se adopta en las islas sustituye su sentido negativo por positivo.

Con anterioridad habíamos comentado el caso del castellano que reza "Sardina que lleva el gato, tarde o nunca llega al plato", que alude a todo aquello que habiendo desaparecido no hay esperanza de recuperarlo. Cuando es adoptado en las islas, se aleja del negativismo que parece sustentar la resignación de lo que pudo haber sido, y se afianza el positivismo que los hechos acontecidos son del tiempo pasado modificando el decir que queda en "Sardina que el gato lleva, vendida va".

Igualmente, éste que ahora comentamos tiene su origen en el castellano "De mañana en mañana pierde el carnero la lana", reincidiendo de nuevo en la negatividad de la "pérdida" de la lana, que en las islas se convierte en "cría" la lana. Cierto es que de no existir enfermedad que justifique la caída de la lana, al igual que el cabello humano tiene un ciclo vital que crece y cae, y es sustituido por otro nuevo de iguales características.

Al margen del perfecto conocimiento cuando acredita conocer el ciclo vital de la lana, no deja de sorprendernos una vez más la variación radical que se produce en el sentido pesimista del castellano, al adoptarse en las islas su sentido optimista, tal cual ocurriera con el mencionado decir de la "sardina".

Parece sustentar un decidido perfil de superación y esperanza ante la adversidad como rasgos psicológicos del  canario, que es muy probable se han ido fortaleciendo durante siglos históricos de "a-islamiento", padeciendo el abandono de la metrópolis y el permanente acoso de los corsos piratas, además del abusador colonialismo interno practicado por los privilegiados cercanos al poder establecido que nos describió el teólogo, psicólogo y escritor Manuel Alemán en su libro Psicología del hombre canario (1980).

Nuestro decir parece fundamentar que las metas en la vida se alcanzan con el trabajo diario, donde no cabe como decimos coloquialmente en la actualidad "escaquearse", en la acepción que recoge el DRAE «Eludir una tarea u obligación en común».

Prácticamente lo mismo que de nuestro léxico incluye Pancho Guerra como "CANGREJEAR(Cangrejiar)", quien aún recogiendo lo real, que es «Practicar en los veriles rocosos, a marea vacía, la busca y captura de cangrejos», dice también que «En sentido figurado se dice del que anda a la de ocasiones para sacar tajada sin mucho costo. También del que rehúye el trabajo, faltando a él o practicándolo con remolonería».

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