Se
trata de una adaptación de foráneo "Contigo, pan y cebolla", por el que una pareja se
promete amor más allá de las dificultades que puedan sobrevenir, tanto a las
buenas como las malas, con alegrías o con lágrimas, en la riqueza como en la pobreza,
desde el principio que lo importante es el amor entre ambos que permitirá
superarlo todo, inclusive las penurias y estrecheces.
La
adaptación del decir en las islas se
fundamenta en la propia alimentación del campesinado canario, donde el pan fue
sustituido por el gofio nacido en el costumbrismo prehistórico aborigen, tanto
lo fuera de trigo o millo tostado.
La
vida en el campo, tanto labradores como pastores a los que hace más de un siglo
llamaban "campurrios" en el
léxico canario, tenía su alimentación diaria totalmente relacionada con el
gofio. Cuando el sol despuntaba, se tomaba una sencilla escudilla de leche y
café con gofio, para a media mañana tomar el llamado "tumbo del puchero", algo de caldo con alguna papa
sobrante de la noche anterior con gofio. A la hora del "ayantar",
entre las dos y tres de la tarde, en unas islas se tomaba el sancocho de
pescado salado y en otras las costillas saladas, acompañados de papas y batatas
o boniatos sancochados, con su respectivo mojo rojo o verde, y la pella de
gofio con plátano y miel. Ya de vuelta a casa, a la caída del sol y si tocaba, el
buen puchero canario de varias carnes, con piña y pera, y si no, el escaldón de
gofio "acondutado" con queso duro o aceitunos del país.
La
historia del decir primigenio se
pierde en los siglos y a lo ancho del mundo. Está acreditado que las clases más
humildes y trabajadoras del antiguo Egipto
realizaban dos comidas: la primera consistía en pan con cebollas y la segunda
avanzada la tarde ya incorporaba ajos y rábanos. Independientemente de la clase
social habían dos productos fijos en su alimentación: el pan y la cebolla.
El
pan del antiguo Egipto era elaborado normalmente con trigo, llamado espelta, y
ocasionalmente se sustituía por la cebada o harinas de loto y de chufa. Se
molía el grano en un gran mortero de piedra y la harina se amasaba con agua y
sal en una artesa. Para la clase privilegiada se elaboraba un pan amasado con leche,
anís, cominos, clavo y canela. Las hogazas redondas u ovaladas se horneaban
pegadas a las paredes del horno. En determinados ritos religiosos o funerarios
se hacían panes con formas de animales o humanas.
La
cebolla egipcia, también llamada cebolla aérea o de árbol, es una planta perenne que se puede plantar en
casi cualquier lugar en el otoño. Su particularidad es que esta cebolla forma
pequeños bulbos o grupos de bulbos en el lugar donde crecen comúnmente las
flores, además de aquella que se encuentra formando la raíz. Si no se cortan
las cebollas "aéreas",
éstas terminarán por plegarse hasta entrar en contacto con el suelo y se enraizarán
también.
Pan
y cebolla además de ser los alimentos básicos del antiguo Egipto, guardaban
estrecha relación con sus creencias. Ambos figuran en las listas de ofrendas, y
la cebolla era adorada pues creían que su forma esférica con anillos
concéntricos simbolizaba la vida eterna. Son mencionados en antiguos
jeroglíficos de la primera dinastía de faraones 3.200 años antes de Cristo, y
nombrados en papiros encontrados en sus tumbas formando parte de las ofrendas
funerarias. Por las propiedades de la cebolla, aroma y antisépticas, fue
utilizada en los embalsamientos, encontrándose en la momia de Ramsés II y Ramsés
IV, de 1.160 antes de Cristo, pues rellenaban las cavidades de los ojos, la
pelvis y el tórax con ellas. También la utilizaban para el tratamiento de
enfermedades de la sangre, catarros y problemas estomacales.
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